No existía un sistema de análisis de la productividad que correlacione horas empleadas por tarea y volúmnes ni de ningún tipo. La información sí que estaba pero ni se cruzaba ni se analizaba. Tampoco existía una validación de los sistemas instalados SPEC (para la recogida de horas) y de GEODE (movimiento de volúmenes) que cruzara la información con datos propios o almacenados en otros sistemas. Era, por ello, imposible analizar la productividad a nivel centro, ni por turnos, ni por empleados. Esto impedía crear proyectos de mejora y análisis de la producción y ver qué casuísticas eran las que reducen o aumentan la productividad.