El sistema de facturación por parte de los transportistas estaba completamente descentralizado y había mucho descontrol por parte de transportistas y otros proveedores.
Esto exigía una gran cantidad de trabajo manual de gestión vinculado con archivos de distintos formatos (hojas de cálculo individuales, albaranes en pdf, etc.) que exigía cuarenta horas de trabajo mensual por parte del personal administrativo.
Esto provocaba un descontrol de las facturas emitidas y los pagos provocaban muchos errores e incidencias debidos a la diversificación de sistemas de facturación.